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GWL voices: “Tenemos que hacer de la igualdad de representación un objetivo político”

Desde la creación de la ONU solo el 13% de los cargos electos han sido ocupados por mujeres. La Asamblea de la ONU ha tenido 78 presidentes, 4 de ellos mujeres. Estos son algunos de los datos que refleja el estudio de la asociación compuesta por setenta mujeres ex altos cargos del Sistema Multilateral, GWL voices. “Hay un avance”, resalta el informe, pero es muy lento. En el día Internacional de la Mujer en la Diplomacia hablamos con Arancha González Laya, Decana de la universidad Sciences Po, ex Ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno español y Subsecretaria general de la ONU y parte de la asociación GWL voices.

¿Cómo ha cambiado la representación de las mujeres en la diplomacia a lo largo de su carrera?

Cuando empecé mi vida laboral a mediados de los 90, en el mundo del comercio internacional o de la economía internacional, en aquel momento las mujeres éramos una minoría. Me sorprendía ser, muy a menudo, la única mujer en una reunión. Los europeos por ejemplo tuvimos una primera representación femenina como Comisaria de Comercio Internacional en el 2014 y la primera mujer directora general de la Organización Mundial de Comercio fue en 2021.

Está siendo un camino muy largo y lento, se ha acelerado en los últimos años, tenemos la suerte de vivir una evolución pero tenemos la desgracia de tener que seguir pidiendo que esa evolución suceda porque si no lo hiciéramos, el cambio por si solo no ocurriría.

La ONU nunca ha tenido una mujer como Secretaria General y no por falta de mujeres al más alto nivel gestionando dentro de la organización como apunta GWL voices.¿Confías, confiáis las 70 mujeres que estáis en lo más alto de la diplomacia, que de cara a la Cumbre del Futuro esta realidad se ponga sobre la mesa para que el cambio sea real?

Bueno, hemos aprendido a ser muy desconfiadas y por eso no nos jugamos todo a la confianza, hay que ser activistas. Hay que poner el tema sobre la mesa para visibilizarlo y hacer de esta cuestión una cuestión política.

Sabemos muy bien que cuando alguien se propone o se pone una un objetivo político, por ejemplo en un gobierno como ocurrió en el Gobierno de España. Entonces el presidente de gobierno quiso tener un gobierno paritario, se puso ese objetivo y se alcanzó. Yo lo he vivido de cerca.

El actual Secretario General, Antonio Gutérres , se puso como objetivo mejorar alcanzar la paridad en los puestos de alta representación en Naciones Unidas y se ha alcanzado. Es decir, tenemos que hacer de esto un objetivo político porque sino sabemos que la inercia no nos va a llevar ahí.

Por eso en GWL voices lanzamos esta campaña que llamamos “Madame Secretaria General” donde lo que queremos es hacer de esta cuestión un tema político y hacerlo en la Cumbre del Futuro este otoño. Con todas las voces posibles, voces de hombres y  mujeres que entiendan que ha llegado el momento de ponernos este objetivo político.

La Asamblea General

Mientras hacemos esto para Secretario General de Naciones Unidas, lo hacemos también para otro puesto en la ONU donde la ausencia de mujeres es aún más flagrante. Desde 1946 ha habido 74 hombres presidentes de Asamblea General y sólo cuatro mujeres. Y sin embargo, este puesto ha rotado geográficamente.

Hay una regla que dice que tiene que haber una rotación, pero es sorprendente que nos importe mucho más la rotación geográfica que la rotación entre un hombre y una mujer.
GWL voices quiere esa alternancia, hombre-mujer, lo mismo que hay una alternancia geográfica. Por cierto, de estas cuatro mujeres que han sido presidentes de la Asamblea General no hay ninguna europea. Luego los europeos no nos hemos caracterizado por ser particularmente sensibles con esta cuestión.

Ha habido una mujer africana, otra latinoamericana, una mujer asiática y por último una mujer del grupo de Oriente Próximo. Estas ausencias se hacen insoportables en el siglo XXI

¿Por qué importa la igualdad de representación en diplomacia y liderazgo de gobiernos mundiales ?

Es insoportable como digo que en el siglo XXI no seamos capaces de garantizar la igualdad de representación en algo tan importante como la representación de los intereses de un país, los intereses de una nación o los intereses de una colectividad.

El que no lo hagamos significa que a muchas mujeres que quizás les gustaría, carezcan de modelos a seguir. Esto es también una cuestión cultural, la ausencia de modelos, de encontrar un espejo en el que mirarse.

El cambio no es solamente un cambio legislativo es sobre todo un cambio cultural. Tenemos que acostumbrarnos a que hay millones de mujeres que están perfectamente capacitadas por ejercer esos puestos. Y esta representación importa.

Además, es necesario construir políticas exteriores feministas. Yo hice la primera política exterior feminista de mi país, España, y lo hice con esta idea de que no solamente es necesario que haya una ministra al cargo de un ministerio, sino que haya un cambio de política detrás.

Una política que permita el ascenso de las mujeres diplomáticas en la carrera diplomática a los puestos de representación y a los puestos de responsabilidad. En mi primer año en el puesto mostré que eso era perfectamente posible porque había mujeres maravillosas en la carrera diplomática española que simplemente estaban ocultas o destinadas a puestos de un interés inferior.

Una política exterior feminista es necesaria para mostrar el compromiso de los países con la igualdad en la acción exterior, es una cuestión de coherencia. Y es importante no quedarnos ahí y construir detrás de la de las personas, políticas y medidas que avalen ese cambio.


 

GWL Voices es un distinguido colectivo de más de 70 mujeres ex altos cargos del Sistema Multilateral y Funcionarios Gubernamentales. Entre sus representantes hay cuatro ex Altas Representantes de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: Mary Robinson, Louise Arbour, Navi Pillay y Michelle Bachelet. Fundada por Helen Clark, Irina Bokova y Susana Malcorra, GWL Voices tiene el mandato de fortalecer del Sistema Multilateral desde la perspectiva de la capacitación de la mujer.

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