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Polio y cólera: el resurgimiento de enfermedades infecciosas en escenarios de conflicto

Las vacunas son el método más seguro que hay en el mundo para proteger a los niños de enfermedades mortales. Pero los conflictos están provocando la propagación de enfermedades ya controladas. La OMS y UNICEF han pedido pausas humanitarias en Gaza para la vacunación de poliomielitis tras el primer caso confirmado. En Sudán, los fondos para responder el avance del cólera son insuficientes, advierten las agencias de la ONU.

“Es triste. La OMS ha confirmado que el bebe de 10 meses sufre una parálisis por la Polio. El primer caso tras 25 años”, escribía Philippe Lazzarini. La Agencia para los refugiados palestinos vacuna a los pequeños en la Franja. Desde que la guerra empezó el 80% de los niños han recibido este tratamiento pero no es suficiente, se necesita una cobertura de vacunación de al menos 95% para prevenir la propagación del virus.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, ya advirtió que para la campaña de vacunación tenga éxito se necesita seguridad y solicitó a todas las partes del conflicto que garanticen una pausa humanitaria para llevarla a cabo.

 

La inmunización previene cada año entre 3,5 y 5 millones de defunciones por la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión según la OMS.

 

En Kasala, Sudan, una zona importante y clave en la respuesta humanitaria de la ONU,  hay 119 casos de cólera en tres emplazamientos de refugiados, informa desde allí Kristine Hambrouck, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Sudán.

Proteger a la población de Sudán, donde el conflicto continúa, es capital para la ONU. Hasta el momento se han notificado 658 casos de cólera desde que se declaró el último brote el 12 de agosto, con 28 muertes. En el brote pasado, registrado en mayo, se produjeron más de 11.300 casos y al menos 300 decesos.

Pese a la necesidad urgente de intervenciones sanitarias que salven vidas, la agencia sanitaria de la ONU afirmó que los recursos y la capacidad local para detectar y responder a los brotes siguen siendo limitados, especialmente en zonas de difícil acceso como las regiones de Darfur y Kordofán.

Sudán sufre una de las crisis humanitarias más graves del mundo

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