A-Z Site Index

COVID-19: ¿Qué ha supuesto 2022 para la pandemia y qué debemos esperar en 2023?

¿Qué ha supuesto 2022 para la pandemia y qué debemos esperar en 2023?

El año 2022 estuvo marcado por la aparición de Omicron y su propagación como variante dominante en todo el mundo. Más información

En 2022 se notificaron a la OMS aproximadamente 360 millones de casos, más de la mitad de los casos de COVID-19 notificados desde el inicio de la pandemia y más que en los dos años anteriores juntos.

La tasa de positividad de las pruebas casi se triplicó en 2022 en comparación con los 2 primeros años de la pandemia juntos (20% frente a 7%).

En 2022, se notificó la muerte por COVID-19 de aproximadamente 1,2 millones de personas. Actualmente se registran entre 8.000 y 10.000 muertes a la semana.  Se trata de una reducción de las muertes en comparación con los años anteriores. Una de las principales causas es la ciencia. Las vacunas y tratamientos han ayudado a controlar la pandemia después de tres años.

En 2022 se administraron más de 4.000 millones de dosis de vacunas, lamentablemente menos de la mitad que en 2021. A finales de noviembre de 2022, alrededor del 80% de los trabajadores sanitarios y las personas mayores (60+) habían completado la vacunación primaria.

Esto es digno de elogio, pero queda mucho por hacer. En 2023 todavía hay enormes disparidades en la vacunación. Sólo 1 de cada 5 personas en los países de renta baja ha sido vacunada.

El acceso a diagnósticos y tratamientos vitales para la COVID-19, distintos de los corticosteroides, sigue siendo inaceptablemente inasequible y desigual.

Necesitamos comprender, invertir y planificar la carga que supone la afección post COVID-19, también llamada COVID-19 larga. Sigue habiendo más preguntas que respuestas.

Vigilancia, secuenciación, acceso a vacunas y tratamientos

También es necesario hacer más para avanzar en la ciencia y reforzar la vigilancia.  La vigilancia de la COVID-19 debería estar integrada en los sistemas de enfermedades respiratorias.

Las pruebas y la secuenciación son fundamentales para comprender mejor la evolución del virus SARS-CoV-2, pero están disminuyendo en todo el mundo y no son representativas a nivel mundial (la mayoría de las secuencias proceden de países de ingresos altos).

La OMS y sus socios también siguen preocupados porque no disponemos de datos adecuados para evaluar de forma rápida, fiable y sólida las variantes del SARS-CoV-2 y porque la vigilancia en la interfaz entre humanos y animales es limitada, de donde podría proceder la próxima variante preocupante.

A pesar de ello, el mundo se encuentra en una situación mucho mejor que nunca para poner fin a la emergencia mundial.

La OMS mantiene la esperanza de que en 2023 podamos poner fin a la emergencia del COVID-19 en todas partes. Aunque nuestro trabajo para acabar con el COVID-19 no ha terminado, debemos celebrar y aprender de los esfuerzos realizados por tantas personas en todo el mundo.

Le mantendremos informado a medida que sepamos más. Siga toda la información en UNRIC

¿Tiene alguna consulta? escríbanos a [email protected]

últimos articulos