Las crisis alimentarias se han agravado «de manera alarmante en las zonas de conflicto en 2023, especialmente en Palestina (Franja de Gaza) y Sudán».
Este es uno de los puntos clave destacados en el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias de 2024, publicado hoy por la Red Global contra las Crisis Alimentarias (Global Network Against Food Crisis – GNAFC), una red de 16 socios lanzada en 2016 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Unión Europea (UE).
La mitad de la población de Gaza está ya en situación de hambruna
En términos de porcentaje de la población expuesta a inseguridad alimentaria severa, los 10 países más afectados en 2023 se encuentran principalmente en África y Medio Oriente. Palestina (Franja de Gaza) tiene un índice del 100%, seguido por Sudán del Sur (63%), Yemen (56%), Siria (55%), Haití (49%), Afganistán (46%), República Centroafricana (44%), Sudán (42%), Somalia (39%) y Líbano (38%).
Los 10 países con el mayor número de personas expuestas a altos niveles de inseguridad alimentaria son la República Democrática del Congo (25,8 millones de personas), Nigeria (24,9 millones), Sudán (20,3 millones), Afganistán (19,9 millones), Etiopía (19,7 millones), Yemen (18 millones), Siria (12,9 millones), Bangladesh (11,9 millones), Pakistán (11,8 millones) y Myanmar (10,7 millones).
Perspectivas para 2024: «muy preocupantes en Oriente Medio»
La inseguridad y los conflictos seguirán penalizando a Gaza, Sudán y Haití en cuanto a la alimentación en 2024, según indica el informe: «En marzo de 2024, la hambruna es inminente en el norte de Gaza (…). Según las estimaciones, cerca de un tercio de los niños sufren de desnutrición aguda».
En Oriente Medio y el Norte de África, las perspectivas son «extremadamente preocupantes debido al intenso conflicto y al acceso restringido a la ayuda humanitaria en Palestina (Franja de Gaza), así como al riesgo de una extensión regional del conflicto y de crisis macroeconómicas intensificadas», señala el informe.
África sigue siendo uno de los continentes más afectados. El fenómeno climático El Niño alcanzó su punto máximo a principios de 2024, pero su impacto en las crisis alimentarias, incluidas las inundaciones y sequías en el Este y Sur de África (especialmente en Malawi, Zambia y Zimbabue), debería mantenerse a lo largo del año. En África Occidental y el Sahel, los conflictos y la inflación mantendrán altos niveles de inseguridad alimentaria.
En Asia, las perspectivas para 2024 son mixtas. La situación debería mejorar en Afganistán si la estabilidad económica persiste. Sin embargo, la escalada de la violencia en Myanmar amenaza la seguridad alimentaria.
En América Latina y el Caribe, Haití enfrenta una crisis alimentaria más grave de lo esperado, debido a la violencia de las pandillas. Finalmente, se prevén mejoras en la República Dominicana y Guatemala en cuanto al nivel adquisitivo y el suministro de alimentos.
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