La situación en la Franja de Gaza es «apocalíptica», según el jefe de ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, dos meses después del ataque de Hamás contra Israel y del inicio de las represalias israelíes.
El 7 de octubre, Hamás lanzó un ataque mortal contra Israel en el que murieron 1.200 personas y 240 personas fueron secuestradas, entre ellos mujeres, niños y ancianos.
Desde entonces ha caído sobre la Franja de Gaza un aluvión casi ininterrumpido de bombas, que hasta la fecha han matado a 16.248 personas, el 70% de las cuales son mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, y han desplazado a 1,9 millones, es decir, más del 85% de la población de Gaza.
Él único respiro llegó con la tregua alcanzada tras negociaciones lideradas por Qatar. Una semana, entre el 24 de noviembre y el 1 de diciembre que la liberación de un centenar de rehenes israelís y tailandeses, además de facilitar la entrega de ayuda humanitaria.
Repetición de los horrores del pasado
Pero «la reanudación de la operación militar y su extensión al sur de Gaza están repitiendo los horrores de las últimas semanas», la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA).
Para el Secretario General de la ONU, António Guterres, «la reanudación de las hostilidades sólo sirve para demostrar la importancia de un verdadero alto el fuego humanitario».
Para la Coordinadora Humanitaria sobre el terreno, Lynn Hastings, no se dan las condiciones necesarias para la entrega de ayuda a la población de Gaza. «Está a punto de desarrollarse un escenario aún más infernal, en el que es posible que las operaciones humanitarias no puedan responder».
«Es un poco como poner una tirita en una herida abierta, no es suficiente, y sería una ilusión para el mundo pensar que la población de Gaza puede ser ayudada por la operación humanitaria en estas condiciones», dijo Martin Griffiths, jefe de operaciones humanitarias de la ONU.
«Se trata de una situación apocalíptica, ya que los restos de una nación están siendo empujados de vuelta a una bolsa en el sur», continuó.
La ayuda humanitaria sujeta a «agendas políticas
Como escribió Philippe Lazzarini, director de la UNRWA, en un artículo de opinión el 4 de diciembre, «durante los últimos dos meses, cada día, cada hora, las agencias de ayuda han tenido que suplicar la entrega de suministros humanitarios a la Franja de Gaza».
«Los civiles son peones en esta guerra y la ayuda humanitaria está sujeta a condiciones. La ayuda humanitaria se suspende o se suministra en función de agendas políticas y militares de las que Naciones Unidas no tiene conocimiento. Los alimentos, el agua y el combustible, así como la desinformación, se utilizan sistemáticamente como armas de guerra», afirma Philippe Lazzarini.
Persiste la grave preocupación por las enfermedades transmitidas por el agua debido al consumo de agua de fuentes no seguras, sobre todo en el norte, donde se ha cerrado la planta desalinizadora de agua y el oleoducto procedente de Israel», afirma la OCHA.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) sigue advirtiendo del riesgo constante de hambruna para toda la población de Gaza, especialmente para las personas que padecen enfermedades crónicas, los ancianos, los niños y las personas con discapacidad.
Ningún lugar seguro
En un principio, las autoridades israelíes pidieron a la población que se desplazara del norte al sur de la Franja de Gaza, lo que obligó a cientos de miles de personas a refugiarse en albergues superpoblados, incluidas escuelas gestionadas por el OOPS.
El 3 de diciembre, el ejército israelí designó una zona que abarcaba alrededor del 20% de la ciudad meridional de Jan Yunis para su evacuación inmediata.
«La gente está pidiendo consejo sobre dónde buscar refugio», dijo el director de asuntos de UNRWA, Thomas White. «No tenemos ninguna solución para ellos.
La orden de evacuación está obligando a la gente a concentrarse en lo que es menos de un tercio de la Franja de Gaza. «Lo necesitan todo: comida, agua, refugio y, sobre todo, seguridad. Las carreteras hacia el sur están bloqueadas», insiste la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos.
«Para aquellos a los que se ha ordenado evacuar, no hay ningún lugar seguro al que ir y muy poco con lo que sobrevivir», ha dicho el jefe de la ONU, António Guterres.
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