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Fracaso de la humanidad para afrontar los trastornos climáticos

Mensage del Secretario General sobre el Estado del clima de la OMM

El informe de hoy sobre el estado del clima es una sombría confirmación del fracaso de la humanidad para afrontar los trastornos climáticos.

El aumento del nivel del mar y de la temperatura de los océanos, y su acidificación, así como las concentraciones de gases de efecto invernadero, alcanzarán nuevos y alarmantes récords en 2021.

El nivel medio mundial del mar aumentó a más del doble del ritmo previo a causa, principalmente, de la aceleración de la pérdida de masa de hielo.

El calentamiento de los océanos también ha aumentado con particular vigor en las últimas dos décadas y está penetrando a niveles cada vez más profundos.

Gran parte del océano experimentó al menos una fuerte ola de calor marina en algún momento de 2021.

El profesor Taalas y los colegas de la OMM les presentarán los datos científicos.

Pero yo les diré lo esencial.

El sistema energético mundial se ha roto, lo que nos pone al borde de la catástrofe climática.

Los combustibles fósiles son un callejón sin salida, tanto desde el punto de vista ambiental como económico.

La guerra en Ucrania y sus efectos inmediatos en el precio de la energía es otra llamada de atención.

Para que el futuro sea sostenible, también deberá ser renovable.

Si no acabamos con la contaminación por combustibles fósiles y aceleramos la transición hacia las energías renovables, incineraremos nuestro único hogar.

El tiempo apremia.

Para mantener vivo el 1,5 y evitar los peores efectos de la crisis climática, el mundo debe actuar en el curso de esta década.

La buena noticia es que tenemos el salvavidas al alcance de la mano.

La transformación de los sistemas energéticos es fácil de lograr.

Las tecnologías de energía renovable, como la eólica y la solar, están ampliamente disponibles y, en la mayoría de los casos, son más baratas que el carbón y otros combustibles fósiles.

En la última década, el costo de la energía eólica se ha reducido a más de la mitad.

El costo de la energía solar y las baterías se ha desplomado un 85 %.

La inversión en energías renovables también crea puestos de trabajo, el triple que los combustibles fósiles.

No podemos perder ni un instante.

Por ello, hoy propongo cinco acciones fundamentales para impulsar la transición hacia las energías renovables.

En primer lugar, las tecnologías de energía renovable, como el almacenamiento en batería, deben tratarse como bienes públicos mundiales esenciales y de libre acceso.

Eliminar los obstáculos al intercambio de conocimientos y a la transferencia de tecnología (incluidas las restricciones a la propiedad intelectual) es crucial para una transición rápida y justa hacia las energías renovables.

El almacenamiento de la electricidad renovable se cita a menudo como el mayor obstáculo para la transición a la energía limpia.

Por lo tanto, hago un llamamiento a formar una coalición mundial para el almacenamiento en batería a fin de acelerar la innovación y el despliegue, coalición dirigida e impulsada por los Gobiernos y que reúna a las empresas de tecnología, los fabricantes y el sector financiero.

En segundo lugar, debemos asegurar, ampliar y diversificar el suministro de componentes y materias primas fundamentales para las tecnologías de energía renovable.

En la actualidad, las cadenas de suministro de tecnología y materias primas para las energías renovables se concentran en un puñado de países.

La era de la energía renovable no podrá prosperar hasta que no salvemos este enorme obstáculo.

Esto requerirá una coordinación internacional concertada.

Los Gobiernos deben invertir en formación, investigación e innovación, así como en incentivos para crear cadenas de suministro.

En tercer lugar, los Gobiernos deben crear marcos y reformar la burocracia para igualar las condiciones en favor de las energías renovables.

En muchos países, estos sistemas siguen favoreciendo los mortíferos combustibles fósiles.

Debemos evitar los cuellos de botella, en los que los proyectos de gigavatios de energía renovable se ven frenados por la burocracia, los permisos y las conexiones a la red.

Pido a los Gobiernos que aceleren y agilicen la aprobación de proyectos solares y eólicos, que modernicen las redes y que fijen objetivos ambiciosos de energía renovable alineados con el objetivo de 1,5 grados y que ofrezcan seguridad a inversores, promotores, consumidores y productores.

Las políticas de energía renovable son fundamentales para reducir el riesgo del mercado e impulsar la inversión en el sector.

En cuarto lugar, los Gobiernos deben apartar los subsidios a los combustibles fósiles para proteger a los pobres y a las personas y comunidades más vulnerables.

Cada minuto de cada día, el carbón, el petróleo y el gas reciben aproximadamente 11 millones de dólares en subsidios.

Cada año, los Gobiernos de todo el mundo invierten alrededor de medio billón de dólares en bajar artificialmente el precio de los combustibles fósiles, más del triple de lo que reciben las energías renovables.

Mientras los ciudadanos sufren el aumento en los surtidores de combustible, la industria del petróleo y el gas se embolsa miles de millones gracias a un mercado distorsionado.

Hay que poner fin a este escándalo.

En quinto lugar, las inversiones privadas y públicas en energías renovables deben triplicarse hasta alcanzar al menos 4 billones de dólares al año.

En el caso de la energía solar y eólica, los pagos iniciales representan el 80 % de los costos de vida útil. Esto significa que las grandes inversiones de ahora permitirán obtener grandes ganancias en los próximos años.

Sin embargo, algunos países en desarrollo pagan siete veces más en costos de financiación que los países desarrollados.

Es necesaria una financiación mixta que proporcione las estructuras necesarias para colmar las lagunas de financiación existentes y desbloquear los billones que están en manos de agentes privados.

Esto significa marcos de riesgo ajustados y más flexibilidad para ampliar la financiación de las energías renovables.

La dirección y los accionistas de los bancos multilaterales de desarrollo y de las instituciones de financiación del desarrollo deben asumir su responsabilidad y rendir cuentas.

Les pido, incluidas sus filiales privadas, que alineen plenamente todas sus carteras de préstamos con el Acuerdo de París, a más tardar en 2024, y que pongan fin a toda la financiación de altas emisiones y alta contaminación.

Esto incluye la utilización creativa de sus balances para acelerar la transición hacia las energías renovables.

Ello significa establecer objetivos para financiar sustancialmente la infraestructura de energía renovable, incluso a través de la asistencia técnica y política.

Los bancos comerciales y todos los elementos del sistema financiero mundial deben aumentar drásticamente las inversiones en energías renovables a medida que van eliminando los combustibles fósiles.

Las energías renovables son el único camino hacia una verdadera seguridad energética, hacia precios estables de la electricidad y hacia oportunidades de empleo sostenibles.
Si actuamos en unión, la transformación de las energías renovables puede ser el proyecto de paz del siglo XXI.

Cada país, cada ciudad y cada ciudadano, cada institución financiera, cada empresa y cada organización de la sociedad civil tienen un papel que desempeñar.

Pero, sobre todo, es hora de que los dirigentes, tanto públicos como privados, dejen de hablar de las energías renovables como un lejano proyecto de futuro.

Sin energías renovables no hay futuro.

Como deja claro el informe de hoy, es hora de poner en marcha la transición hacia las energías renovables antes de que sea demasiado tarde.

Muchas gracias.

Más información:

Energía renovable – ONU (inglés)

UNRIC Info Point – Recursos de las Naciones Unidas

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