Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) siguen siendo una «brújula» para guiar a la Unión Europea a través de las crisis, afirma el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ya que la evaluación de Eurostat para 2022 revela que la UE ha avanzado en la mayoría de los ODS.
«En los últimos años, hemos vivido dos crisis extraordinarias, dos momentos de cisne negro que han afectado a nuestra familia social y geopolítica. La superación de estas crisis exige la determinación de no volver a lo de siempre, sino de transformar el modelo económico de la UE y su capacidad de recuperación general. En este sentido, los ODS de la ONU siguen siendo nuestra brújula», dijo Paolo Gentiloni en un acto de presentación de la sexta edición del informe de Eurostat, que supervisa los avances de la UE en los ODS.
Los mayores avances se han producido en el ámbito de la paz, la justicia y las instituciones sólidas (ODS 16), ya que la vida en la UE es cada vez más segura y el gasto público en los tribunales ha aumentado.
Sin embargo, hubo una evolución negativa en lo que respecta a la «Vida en la tierra» (ODS 15), ya que los ecosistemas y la biodiversidad siguen bajo la presión de las actividades humanas.
El impacto de la invasión rusa de Ucrania y el impacto total de la pandemia COVID-19 no se reflejaron aún en el informe.
Progreso moderado hacia la acción climática
Los avances hacia la «acción climática» (ODS 13) mostraron un panorama desigual en los ámbitos de la mitigación, la adaptación y la financiación del clima. Las estimaciones provisionales para 2020 muestran que la UE ya ha reducido sus emisiones netas de gases de efecto invernadero en aproximadamente un 31% desde 1990, pero será necesario seguir avanzando para cumplir el objetivo de reducción del 55% para 2030. Las pérdidas monetarias derivadas de las catástrofes meteorológicas y climáticas han seguido aumentando en los últimos años.
La evaluación de «La vida en la tierra» (ODS 15) fue negativa. Aunque tanto la superficie forestal de la UE como las zonas terrestres protegidas han aumentado ligeramente, las presiones sobre la biodiversidad derivadas de la toma de tierras han seguido intensificándose. La pérdida de hábitat es una de las razones del declive a largo plazo de las aves comunes y las mariposas de pradera.
Eurostat también ha podido evaluar por primera vez los avances de la UE en la consecución de los objetivos «Vida bajo el agua» (ODS 14) y «Agua limpia y saneamiento» (ODS 6). Se observaron avances favorables en las tendencias de conservación marina y pesca sostenible, pero los progresos en el ámbito de la salud de los océanos fueron desiguales. Hay más zonas de baño costeras con una calidad de agua excelente en la UE, pero la acidez del agua de mar sigue aumentando debido a la absorción de dióxido de carbono en los océanos del mundo. Las tendencias relativas a la calidad del agua son menos favorables en la UE.
Panorama incompleto tras las recientes crisis
Las medidas tomadas por los gobiernos en respuesta al brote del virus COVID-19 y las restricciones en la vida pública condujeron a un descenso en el consumo de energía en 2020, lo que se tradujo en un progreso hacia la «energía asequible y limpia» (ODS 7). Sin embargo, las recientes subidas de los precios de la energía aún no se reflejan en el informe.
Tampoco fue posible evaluar el impacto total de la pandemia de COVID-19 en objetivos como «No a la pobreza» (ODS 1) y «Buena salud y bienestar» (ODS 3), ya que los datos aún no están disponibles.
La desigualdad de género persiste
Se han hecho buenos progresos hacia el objetivo de la «igualdad de género» (ODS 5), pero las desigualdades persisten. Los ingresos por hora de las mujeres se están equiparando lentamente a los de los hombres, y la brecha de empleo de género se ha reducido ligeramente desde 2016. Sin embargo, a pesar de estas mejoras, la situación de género sigue estando lejos de la paridad en ambos ámbitos. En el ámbito de la educación, la brecha de género se invierte, y los hombres jóvenes se quedan más rezagados con respecto a las mujeres en cuanto a los niveles educativos.
Avances moderados en varios ODS
Las tendencias en los ámbitos de «Ciudades y comunidades sostenibles» (ODS 11), «Reducción de las desigualdades» (ODS 10), «Consumo y producción responsables» (ODS 12), «Educación de calidad» (ODS 4) y «Hambre cero» (ODS 2) presentan un panorama algo heterogéneo, pero en promedio moderadamente favorable, de los avances de la UE.
El coche sigue siendo el medio de transporte preferido en comparación con el autobús y el tren, una evolución que probablemente se verá agravada por la crisis de COVID-19. Se han producido mejoras en lo que respecta a la privación de vivienda, la exposición al ruido y la aparición de delitos, violencia y vandalismo.
En educación, el aprendizaje de los adultos ha aumentado desde 2016, pero la proporción de alumnos con bajo rendimiento en lectura, matemáticas y ciencias también ha aumentado.
En alimentación y agricultura, se ha producido un aumento constante de la agricultura ecológica y ha disminuido el uso de plaguicidas peligrosos, pero se ha producido un claro aumento del número de personas obesas.
Acción a nivel de la UE
La Comisión Europea se ha centrado en acciones concretas para lograr «avances tangibles» en los ámbitos de los ODS, escribe Paolo Gentiloni en el informe, citando iniciativas como el Acuerdo Verde Europeo (un esfuerzo por convertirse en el primer continente neutro desde el punto de vista climático) y la Ley del Clima (que establece el objetivo legalmente vinculante de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050).
También reconoció que las necesidades de las generaciones futuras son parte inherente del desarrollo sostenible y declaró 2022 «Año Europeo de la Juventud».
«Son necesarias acciones a todos los niveles, desde el local, el regional y el nacional hasta el europeo, para lograr un futuro mejor y más sostenible. Saber en qué punto nos encontramos, identificar los retos más acuciantes en materia de sostenibilidad y examinar críticamente nuestra actuación, es esencial para garantizar una Europa sostenible en un mundo sostenible», concluye Paolo Gentiloni.
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