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Nace la Alianza Global de Mujeres Mediadoras

Los datos más recientes vuelven a señalarlo: ningún país del mundo ha logrado la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Dicho de otro modo, las oportunidades, derechos y libertades de las mujeres no son las mismas que disfrutan los hombres, ni siquiera en los países más avanzados que, desde hace varias décadas, han venido implementado políticas públicas para promover la igualdad de género. Incluso en estos países (aunque con menor intensidad y dimensión) la brecha de género persiste.

La segunda edición del Women Peace and Security Index 2019-2020 que elabora el Instituto Georgetown sobre Mujeres, Paz y Seguridad en colaboración con el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) así lo indica. El Índice WPS incluye a 167 países y se estructura en torno a tres dimensiones básicas: inclusión (económica, social y política); justicia (leyes formales y discriminación informal); y seguridad (a nivel individual, en la comunidad, y social). Noruega, Suiza, Finlandia, Dinamarca e Islandia se sitúan en los primeros 5 puestos, mientras Yemen, Afganistán, Siria, Pakistán, y Sudán del Sur cierran el ranking. España se sitúa en el puesto 15.

También lo señala la reciente edición del Índice del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE, por sus siglas en inglés) que mide, a través de 31 indicadores, la brecha entre hombres y mujeres en seis dimensiones (trabajo, dinero, conocimientos, tiempo, poder, y salud) además de dos dimensiones “satélite” (violencia de género, y desigualdades transversales). En su edición anterior, en 2017, advertía sobre el “avance a paso de tortuga” en muchos Estados de la UE, así como de mayores desigualdades que hace una década en algunos ámbitos. En esta edición el índice vuelve a destacar que, si bien ha habido algunos avances, la evolución hacia la igualdad entre los Estados Miembros es desigual. Suecia (con un valor de 83,6 puntos, siendo 100 la igualdad plena) y Dinamarca (con 77,5 puntos) son las sociedades con mayor igualdad de género. Grecia (51,2 puntos) y Hungría (51,9) son los países menos avanzados. El informe advierte que, en algunos ámbitos, el progreso se ha ralentizado, estancado o incluso retrocedido, y que todavía estamos “lejos de la línea de meta”. España, por su parte, se sitúa en el puesto 9 del ranking de los 28, con 70,1 puntos (por encima de los 67,4 puntos de la media europea, pero aún por debajo de Suecia, Dinamarca, Francia, Finlandia, Reino Unido, Países Bajos, Islandia y Bélgica).

El ámbito de la paz y la seguridad sigue siendo abrumadoramente masculino, a pesar de las evidencias de que solo una participación significativa y sustancial de las mujeres garantiza procesos de paz sostenibles y duraderos. Hace un año y seis mesesmujeres mediadoras de varias redes regionales (nórdica, mediterránea y africana) nos reunimos en Oslo para explorar la posibilidad de sumar fuerzas en torno a una alianza global. El pasado 26 de septiembre, en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y en el marco de la semana de alto nivel de la 74 Asamblea General de las Naciones Unidas se presentaba esa Alianza Global de Redes Regionales de Mujeres Mediadoras. Más de cincuenta mujeres de cuatro redes regionales de mediadoras (la Red de Mujeres Africanas en Prevención y Mediación de Conflictos –FemWise-Africa–, la Red de Mujeres Mediadoras del Mediterráneo, las Mujeres Mediadoras Nórdicas y las Mujeres Mediadoras de la Commonwealth) asistimos al lanzamiento, en el que también participaron representantes gubernamentales (las Ministras de Asuntos Exteriores de Noruega y Suecia, y el Ministro de exteriores finlandés, junto con funcionarios de España, Italia o EEUU) y altos funcionarios de las NNUU como la Secretaria General Adjunta, Amina Mohammed, o la directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.

El objetivo general de todas las redes regionales es aumentar la participación y la influencia de las mujeres, incluidas las jóvenes, en los procesos de paz en todos los niveles, así como trabajar por acuerdos de paz sensibles al género. La Alianza Global hace suyo este principio y, además de garantizar la cooperación y una mayor coordinación entre las redes, aspira a encarnar una voz colectiva de impacto que  contribuya a la participación significativa de las mujeres en todos los niveles de los procesos de paz, donde persisten las barreras y no se logran avances. Según datos de NNUU, solo un 2% de los mediadores, el 9% de los negociadores y el 4% de los firmantes de los acuerdos de paz fueron mujeres en los principales procesos de paz entre 1990 y 2017.

A pesar del amplio consenso político, y de la evidencia de la experiencia y la investigación (que demuestra la importancia de la incorporación de las mujeres para la sostenibilidad y durabilidad de los acuerdos de paz y para la prevención de los conflictos), las partes negociadoras y los mediadores continúan excluyendo a las mujeres, o marginándolas en papeles periféricos del proceso y sin capacidad de decisión e influencia. Las redes regionales que forman parte de la Alianza Global incluyen a más de trescientas mujeres calificadas en el campo de la consolidación de la paz y la mediación, con diferentes perfiles, fortalezas, percepciones y experiencias. La Alianza Global contribuirá a aumentar su visibilidad y la de sus contribuciones a la paz.

Para ver el artículo completo: https://bit.ly/36icQ44

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