Las naciones en la COP28 en Dubai aprobaron una hoja de ruta para «transitar lejos de los combustibles fósiles». Se trata de la primera vez que se incluye la referencia a los «combustibles fósiles» a en una conferencia climática de la ONU. Sin embargo, el acuerdo aún no incluye el tan esperado llamado para una «eliminación gradual» del petróleo, el carbón y el gas.
En su declaración en el cierre de la COP28 el Secretario General, António Guterres, enfatizó que la era de los combustibles fósiles debe terminar con «justicia e equidad».
«A aquellos que se oponían a una referencia clara a la eliminación gradual de los combustibles fósiles en el texto de la COP28, quiero decirles que la eliminación gradual de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no llegue demasiado tarde», agregó.
Comunicado del Secretario General en el cierre de la Conferencia de Cambio Climático de la ONU COP28
Agradezco al gobierno de los Emiratos Árabes Unidos por su hospitalidad, al presidente de la COP28, el Dr. Sultan Ahmed Al Jaber y a su equipo por su arduo trabajo.
También estoy agradecido con el Secretario Ejecutivo de la UNFCCC, Simon Stiell y sus colegas por su tremendo apoyo.
También quiero saludar a todos aquellos que han abogado por el resultado más fuerte posible, incluyendo a la sociedad civil y a los jóvenes de todo el mundo.
La COP28 se llevó a cabo en un momento decisivo en la lucha contra la crisis climática, un momento que exige la máxima ambición tanto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero como en la justicia climática.
Los temas de la transición energética y el futuro de los combustibles fósiles estuvieron en el centro de atención.
El Análisis Global dejó en claro la imperante necesidad de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados, lo cual requiere reducciones drásticas en las emisiones globales de gases de efecto invernadero en esta década.
Además, por primera vez, el resultado reconoce la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles, después de muchos años en los que se bloqueó la discusión sobre este tema.
La ciencia nos dice que limitar el calentamiento global a 1.5 grados será imposible sin eliminar por completo los combustibles fósiles en un plazo consistente con este límite. Esto ha sido reconocido por una creciente y diversa coalición de países.
A aquellos que se opusieron a una referencia clara a la eliminación paulatina de los combustibles fósiles en el texto de la COP28, quiero decirles que la eliminación de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no sea demasiado tarde.
Por supuesto, los plazos, vías y objetivos diferirán para los países en diferentes niveles de desarrollo. Pero todos los esfuerzos deben ser consistentes con alcanzar el balance neto global cero para el año 2050 y preservar el objetivo de 1.5 grados. Y los países en desarrollo deben recibir apoyo en cada paso del camino.
La era de los combustibles fósiles debe terminar, y debe hacerlo con justicia y equidad.
Al mismo tiempo, la COP28 acordó compromisos para triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar la eficiencia energética para 2030.
También hubo avances en materia de adaptación y financiamiento.
La COP28 ofreció otros elementos fundamentales para el progreso, incluida la operativización del Fondo de Pérdidas y Daños, aunque los compromisos financieros son muy limitados.
Los compromisos con el Fondo Verde para el Clima ahora suman un récord de $12.8 mil millones para las comunidades más vulnerables al cambio climático.
El nuevo marco de acción para la adaptación establece un conjunto medible de nuevos objetivos para impulsar la acción e implementación de la adaptación.
Y hay una orientación clara sobre la próxima ronda de planes nacionales de acción climática para 2025, o Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, que todos los gobiernos deben comenzar a preparar ahora.
Estoy movilizando todo el sistema de la ONU para ayudar en estos esfuerzos.
En los próximos dos años, los gobiernos deben preparar nuevos planes de acción climática nacionales a nivel económico. Estos planes deben estar alineados con el objetivo de temperatura de 1.5 grados y cubrir todos los gases de efecto invernadero.
También deben contar con políticas y regulaciones climáticas creíbles, incluido un precio al carbono y el fin del financiamiento para los combustibles fósiles. Y tanto la preparación como la implementación de estos planes deben contar con financiamiento y apoyo total.
Pero se necesita mucho más para mantener viva la esperanza del límite de 1.5 grados y brindar justicia climática a aquellos en la primera línea de la crisis.
Muchos países vulnerables están ahogándose en deudas y en riesgo de ahogarse en mares crecientes.
Es hora de un aumento en el financiamiento, incluido el de adaptación, pérdidas y daños y la reforma de la arquitectura financiera internacional.
Necesitamos aumentar el capital y reformar el modelo de negocio de los bancos multilaterales de desarrollo para aumentar masivamente el apoyo directo, así como atraer mucha más financiación privada a costos razonables para la acción climática en los países en desarrollo.
Estoy trabajando con el gobierno de Brasil en su capacidad como presidente del G20 para ayudar a avanzar en estas reformas fundamentales. Esto también será un foco principal de la Cumbre del Futuro de septiembre próximo.
El mundo no puede permitirse retrasos, indecisiones ni medidas a medias.
Sigo confiando en que a pesar de muchas diferencias, el mundo puede unirse y enfrentar el desafío de la crisis climática. El multilateralismo sigue siendo la mejor esperanza de la humanidad.
Es esencial unirse en torno a soluciones climáticas reales, prácticas y significativas que estén a la altura de la magnitud de la crisis climática.
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