El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, ha anunciado que a partir del 3 de febrero de 2020, los candidatos que participen en las próximas elecciones generales podrán realizar una campaña electoral.
Comienza así una etapa decisiva del proceso electoral y la consolidación de la paz en Bolivia. Para conseguir el éxito en este camino, los ciudadanos y candidatos, independientemente de su afiliación política, deben poder ejercer sus derechos constitucionales y elegir y ser elegidos con total libertad, sin abuso, intimidación o discriminación de ningún tipo. La legitimidad del proceso electoral dependerá de ello.
Dado el panorama político que Bolivia vive en este momento, el cual está caracterizado por una polarización exacerbada y sentimientos encontrados de esperanza, pero también de incertidumbre, inquietud y resentimiento después de la grave crisis política y social del año pasado, llevar a cabo este proceso con pleno respeto por los derechos políticos y las libertades fundamentales es realmente un desafío. Es imperativo que surja un llamado unánime a debatir pacíficamente y democráticamente y evitar cualquier acción que viole el derecho a la libertad de reunión pacífica, expresión, asociación, opinión y circulación.
Así mismo, es de vital importancia prohibir el discurso de odio y la incitación directa o indirecta a la violencia o la discriminación ya que estos discursos tienen objetivos partidistas a corto plazo y dañarán la paz, tranquilidad y la gobernanza democrática del país a largo plazo.
Naciones Unidas hará todo lo que esté en su mano para apoyar los esfuerzos del país hacia una elección creíble, transparente e inclusiva. De acuerdo con esto, y con la colaboración y el generoso apoyo de los miembros de la Comunidad Internacional, incluida la Unión Europea y otros donantes, la Organización de las Naciones Unidas:
- Brindar al Tribunal Supremo Electoral y a los Tribunales Electorales Departamentales la asistencia técnica que consideren necesaria para que el Órgano Plurinacional Electoral, en sus diferentes casos, cumpla su mandato ejecutivo y jurisdiccional de acuerdo con las altas expectativas que los ciudadanos han depositado en los nuevos gerentes. del proceso electoral
- Monitorear proactivamente el respeto a los derechos humanos de acuerdo con criterios internacionales, particularmente en relación con el ejercicio de los derechos políticos de todos los participantes en el proceso electoral, independientemente de su ideología y afiliación política. Se prestará especial atención al respeto y la garantía del debido proceso. En un contexto electoral, es esencial que no se realicen actos de persecución política, incluido el abuso de los procedimientos judiciales.
- Trabajar en la identificación, alerta temprana, monitoreo y seguimiento específico de las denuncias de acoso político y electoral o violencia contra las mujeres.
- Ofrecer, en coordinación con las instituciones y la sociedad civil, su acompañamiento a los esfuerzos para resolver conflictos que podrían conducir a un resurgimiento de la violencia y comprometer así la integridad del proceso electoral.
El Secretario General y todo el sistema de las Naciones Unidas han acogido con satisfacción la aspiración de los hombres y mujeres bolivianos de cesar la violencia y celebrar elecciones democráticas.