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Fallece Manuel da Quinta, un gran profesional y activista en la respuesta al VIH

La gran familia de ONUSIDA está devastada por la muerte de nuestro querido compañero y amigo Manuel da Quinta. Otra vida segada por la COVID-19. Desde aquí queremos transmitir nuestras más profundas condolencias a su marido, Ricardo, a su familia y a todos sus seres queridos.

Manuel trabajó desde el año 2017 como asesor de apoyo a la comunidad de ONUSIDA y defensor de los derechos humanos en la oficina multinacional de ONUSIDA para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Muchos de nosotros lo conocimos por el sinfín de puestos que desempeñó y el tremendo trabajo que llevó a cabo en todo el mundo como parte de la familia de ONUSIDA durante más de 24 años. Nunca le faltaron fuerzas para defender los derechos humanos y el liderazgo de las personas que viven con el VIH y los grupos de población más vulnerables al sida, incluidas las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales, los migrantes y refugiados, los trabajadores sexuales, los habitantes de pueblos indígenas y los jóvenes.

Manuel representó siempre la esencia de la misión y la visión de ONUSIDA, esa razón por la que todos nosotros nos levantamos cada día para cumplir con nuestras obligaciones y propósitos. Como ingente defensor de los derechos humanos y la igualdad social, siempre se reveló ante cualquier forma de injusticia, incluso internamente en ONUSIDA. De hecho, durante muchos años fue presidente de la Asociación de Personal de ONUSIDA.

Manuel comenzó a ser activista del VIH allá por 1990 y acumuló una amplia experiencia de trabajo comunitario con organizaciones que trabajan en nombre de las personas que viven con el VIH en varios países de África, Asia y América Latina.

Se unió a ONUSIDA en 1997. Su primer puesto estuvo vinculado al Departamento de Comunicación, desde donde gestionó infinidad de proyectos multimedia relacionados con el VIH. Más tarde, en 2005, cofundó ONU Plus (UN Plus), una iniciativa que congrega al personal del sistema de las Naciones Unidas que vive con el VIH. Desde entonces, trabajó incansablemente en equipos de ONUSIDA en Ginebra, Bangkok, Dakar y Buenos Aires.

Manuel era una persona llena de energía positiva; tenía una enorme voluntad para hacer posible incluso lo imposible. Una gran ser humano que siempre ponía una profunda pasión en todo lo que hacía. Y, sobre todo, fue un amigo leal para muchos de nosotros.

Manuel nos ha dejado muy pronto, tan solo tenía 59 años, y todos nos hemos quedado con el alma rota y con la certeza de que aquí se le echará infinitamente de menos.

A través de estas líneas, queremos expresar nuestro profundo pesar por su muerte, así como reiterar nuestra solidaridad y enviar un fuerte y sentido abrazo a la gran comunidad que tuvo la suerte de trabajar con Manuel en la respuesta al VIH durante tantos años, y a todos aquellos que en algún momento de sus vidas lo conocieron y hoy también lloran su partida.

Más información:

Día Mundial del Sida

Mensaje del Secretario General con motivo del Día Mundial del Sida

Aumento de los casos nuevos de infección por el VIH en América Latina en la última década

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