Pramila Patten, la Representante Especial del Secretario General (RSA), visitó Israel a petición del gobierno con un equipo de expertos técnicos. El viaje, que tuvo lugar del 29 de enero al 14 de febrero de 2024, tenía como objetivo recopilar, analizar y verificar las acusaciones de violencia sexual relacionada con conflictos presuntamente cometidas durante los brutales ataques terroristas liderados por Hamas el 7 de octubre de 2023.
El equipo de la ONU visitó también la Cisjordania ocupada donde se reunieron con la Autoridad Palestina, organizaciones de la sociedad civil, detenidos liberados y otros actores relevantes. Dado el conflicto en curso, el equipo de la misión no solicitó visitar la Franja de Gaza, donde varias otras entidades de las Naciones Unidas están presentes, incluidas algunas que monitorean y abordan la violencia sexual y de género.
El mandato del equipo de la misión
La visita no el mandato de ser de naturaleza investigativa, los parámetros de la visita fueron acordados previamente con las autoridades pertinentes, para asegurar un acceso sin obstáculos y confidencial a los interlocutores e información.
El equipo de la misión se adhirió a la metodología estándar de la ONU, incluidos los principios de independencia, imparcialidad, objetividad, transparencia, integridad y los principios de «no hacer daño», relacionados con el respeto a la confidencialidad y al consentimiento informado.
La RSA Patten contó con el apoyo de un equipo técnico compuesto por nueve expertos del sistema de las Naciones Unidas, incluidos especialistas en la entrevista segura y ética de víctimas/sobrevivientes y testigos de crímenes de violencia sexual, un patólogo forense y un analista de información digital de fuentes abiertas.
El equipo de la misión no escatimó esfuerzos para recopilar información y alentar a las víctimas/sobrevivientes y testigos a presentarse y compartir sus historias.
Trabajo del equipo
El equipo de la misión realizó un total de 33 reuniones con instituciones nacionales israelíes, incluidos ministerios relevantes, así como las fuerzas de seguridad israelíes.
Además, visitaron el Centro Nacional de Medicina Forense de Israel, la base militar Shura, la morgue a la que fueron trasladados los cuerpos de las víctimas, así como cuatro ubicaciones afectadas por los ataques del 7 de octubre, en relación con los cuales habían surgido informes de violencia sexual.
Se revisaron más de 5,000 imágenes fotográficas y aproximadamente 50 horas de video de los ataques. Todo para identificar cualquier instancia potencial o indicación de violencia sexual relacionada con el conflicto.
También entrevistaron a 34 personas, incluidos sobrevivientes y testigos de los ataques del 7 de octubre, rehenes liberados, primeros intervinientes, proveedores de salud y servicios, entre otros.
El equipo de la misión también se reunió con familias y parientes de rehenes que aún están en cautiverio, miembros de comunidades de kibutz desplazadas, así como representantes de organizaciones de la sociedad civil y la academia israelíes.
Información sobre la violencia sexual cometida
Con base en la información recopilada, el equipo de la misión encontró información clara y convincente de que se ha cometido violencia sexual, incluida violación, tortura sexualizada, tratos crueles, inhumanos y degradantes contra rehenes y tiene motivos razonables para creer que dicha violencia puede estar en curso contra aquellos que aún están en cautiverio.
En el contexto del ataque coordinado de Hamas y otros grupos armados contra objetivos civiles y militares en todo el perímetro de Gaza, el equipo de la misión encontró motivos razonables para creer que ocurrió violencia sexual relacionada con conflictos en múltiples ubicaciones durante los ataques del 7 de octubre, incluida violación y violación en grupo en al menos tres ubicaciones:
- El sitio del festival de música Nova y sus alrededores
- La Carretera 232
- El kibutz Re’im
En la mayoría de estos incidentes, las víctimas que fueron sometidas primero a la violación fueron luego asesinadas, y al menos dos incidentes involucran la violación de los cadáveres de mujeres.
El equipo de la misión también encontró un patrón de víctimas, en su mayoría mujeres, encontradas totalmente o parcialmente desnudas, atadas y disparadas en múltiples ubicaciones. Aunque circunstancial, dicho patrón puede ser indicativo de algunas formas de violencia sexual, incluida la tortura sexualizada, los tratos crueles, inhumanos y degradantes.
En otras ubicaciones, como el kibutz Kfar Azza, aunque la información circunstancial puede indicar algunas formas de violencia sexual, la misión no pudo verificar los incidentes de violación informados.
En el Kibbutz Be’eri, el equipo de la misión determinó que al menos dos acusaciones de violencia sexual, que habían sido ampliamente reportadas en los medios, eran infundadas. Estas incluían el caso publicitado gráficamente de una mujer embarazada cuyo útero supuestamente había sido abierto, antes de que la mataran, y su feto apuñalado mientras aún estaba dentro de ella.
En relación a la base militar de Nahal Oz, el equipo no pudo verificar un caso de violación reportado, ni encontró un patrón discernible de mutilación genital tanto en soldados femeninas como masculinos, aunque el análisis forense reveló lesiones en múltiples partes del cuerpo, incluidos genitales. Con respecto a la mutilación genital en general, el equipo de la misión no pudo establecer un patrón discernible.
En general, el equipo de la misión considera que la verdadera prevalencia de la violencia sexual durante los ataques del 7 de octubre y su secuela, puede tardar meses o años en emerger y es posible que nunca se conozca completamente.
Las opiniones y preocupaciones de los funcionarios y sociedad civil palestina
El equipo de la misión también visitó Ramallah en la Cisjordania ocupada para escuchar las opiniones y preocupaciones de funcionarios y representantes de la sociedad civil palestina en respuesta a las acusaciones de violencia sexual relacionada con conflictos recibidas por el mandato en la secuela de los ataques del 7 de octubre, supuestamente implicando a fuerzas de seguridad israelíes y colonos.
Los interlocutores expresaron preocupaciones sobre los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los palestinos detenidos, incluidas varias formas de violencia sexual en forma de registros corporales invasivos, amenazas de violación y desnudez forzada prolongada, así como acoso sexual y amenazas de violación, durante redadas en hogares y en puestos de control.
Esta información complementará la información ya verificada por otras entidades de la ONU sobre acusaciones de violencia sexual relacionada con conflictos en Gaza y la Cisjordania ocupada para su posible inclusión en el Informe Anual del Secretario General sobre Violencia Sexual Relacionada con Conflictos.
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