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¿Es posible reformar el Consejo de Seguridad de la ONU?

Hasta en cuatro ocasiones desde el 7 de octubre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha fracasado en adoptar una resolución sobre el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

🔵 16 de octubre, Proyecto de resolución S/2023/772 no se aprobó
5-4-6

🔵 18 de octubre, Proyecto de resolución S/2023/775 no se aprobó
6-1-8
Proyecto de resolución S/2023/776 no se aprobó
7-1-7
Proyecto de resolución S/2023/773 opuesto por veto por los Estados Unidos
12-1-2

🔵 25 de octubre, Proyecto de resolución S/2023/792opuesto por veto por China, Federación de Rusia
10-3-2
Proyecto de resolución S/2023/795 no se aprobó
4-2-9

🔵8 de diciembre, Proyecto de resolución S/2023/970 opuesto por veto por los Estados Unidos
13-1-1

Este estancamiento, debido en gran parte al poder de veto de los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Francia, Rusia, Reino Unido, China), no es nuevo y ha sido sinónimo de parálisis para la ONU en muchas ocasiones.

Desde 1945, año de la creación de la ONU, el mundo ha cambiado pero las instituciones de la ONU han evolucionado a un ritmo distinto. El Secretario General, António Guterres, ha abogado en varias ocasiones por una reforma de estas instituciones, especialmente del Consejo de Seguridad. Y ha dejado claro que no hay alternativa. «Es reforma o ruptura», declaró en septiembre durante la Asamblea General de la ONU.

Una reforma pendiente desde hace mucho tiempo

La reforma del Consejo de Seguridad es una cuestión pendiente desde hace años, pero nunca se ha llevado a cabo. Las dos principales cuestiones que alimentan el debate son el poder de veto y la representatividad de sus miembros.

Creado después de la Segunda Guerra Mundial, el Consejo de Seguridad es el resultado de la voluntad de los vencedores y las grandes potencias. Este organismo, encargado de mantener la paz y la seguridad, se compone de diez miembros no permanentes elegidos cada dos años y cinco miembros permanentes que poseen el famoso poder de veto, que les permite bloquear decisiones. Entre estos cinco miembros permanentes no se encuentran representantes de continentes, subcontinentes o regiones enteras, como Sudamérica, África o el Caribe.

Una ampliación del Consejo de Seguridad aún limitada

Desde su creación hace 78 años, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas solo ha experimentado una expansión en 1965, pasando de once a quince miembros, con la adición de cuatro escaños no permanentes.

En 2005, el «G4», un grupo compuesto por Alemania, Japón, India y Brasil, ya había insistido en un proyecto de resolución que preveía una ampliación a 25 miembros, incluyendo 6 nuevos escaños permanentes.

Francia apoyó esta propuesta y destacó la importancia de fortalecer la presencia de los países africanos tanto como miembros permanentes y como miembros no permanentes, para corregir la injusticia cometida hacia África.

Los esfuerzos de África por ingresar al Consejo de Seguridad

Con sus 54 países miembros y 1.3 mil millones de habitantes, África representa más de una cuarta parte de los miembros de la ONU, el 18% de la población mundial y el 50% de los temas en la agenda del Consejo de Seguridad.

Los líderes africanos presentaron en julio de 2005 un plan llamado «Consenso de Ezulwini«, que preveía otorgar a África dos escaños permanentes en el Consejo de Seguridad y cinco escaños no permanentes en lugar de los dos que el continente ha ocupado desde 1965.

Sin embargo, África todavía parece estar en busca de una estrategia clara para avanzar en esta causa. El grupo «C10», encargado de negociar esta reforma, cuenta con diez miembros, pero la mayoría de los países influyentes no están presentes, incluyendo Egipto, Nigeria y Sudáfrica, quienes quieren evitar rivalidades directas sobre la cuestión.

En última instancia, una ampliación podría aumentar la autoridad y legitimidad del Consejo, pero complicaría significativamente la toma de decisiones debido al poder de veto. Por lo tanto, las conversaciones sobre la reforma siguen estancadas, obstaculizadas por la cuestión de otorgar o no el poder de veto a nuevos miembros permanentes.

Bloqueo jurídico

Según Jean-Maurice Ripert, presidente de la Association française des Nations Unies (AFNU) y ex representante de Francia ante la ONU, el proceso de reforma del derecho de veto se ve obstaculizado por su complejidad jurídica.

“La eliminación del derecho de veto parece imposible, ya que para lograrlo se requeriría una reforma de la Carta, que solo podría ser adoptada con el acuerdo de los miembros permanentes. Es claro que, como mínimo, Washington, Moscú y Pekín se opondrían a ello», explica.

Sin embargo, una alternativa más viable sería restringir el uso del derecho de veto. Francia y el Reino Unido habían sugerido que los miembros permanentes se comprometieran a no utilizar el veto en caso de una grave crisis humanitaria, pero esta propuesta no fue aceptada por los demás miembros permanentes.

Aunque ninguno de estos deseos se haya materializado, el 26 de abril de 2022, la Asamblea General logró exigir a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que justifiquen su uso del veto.

¿Quién quiere salvar a la ONU?

«Hay que ser conscientes de que las tres superpotencias no están muy dispuestas a ‘salvar’ a las Naciones Unidas en la actualidad», continúa Jean-Maurice Ripert. «Estados Unidos vuelve a estar en una posición de repliegue y pretende elegir solo las acciones de la ONU que les convengan y los fondos y programas que consideren ‘aceptables'».

«Por su parte, China ha proclamado una ruptura doble en el orden internacional al negar ahora cualquier carácter universal a los derechos humanos, privando así al Consejo de la capacidad de actuar en caso de un conflicto agudo, y al afirmar que ofrece, a través de su iniciativa de la ‘Nueva Ruta de la Seda’, un modelo alternativo de regulación basada en el ‘multilateralismo’, con Pekín como centro. En cuanto a Rusia, se ha puesto de facto fuera de la ONU mediante múltiples agresiones militares en violación de la Carta y del derecho internacional».

«Ambos países controlan de facto a una ONU debilitada, lo que les conviene», analiza el Sr. Ripert.

¿Qué es una Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y cómo funciona?

 

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